Mantener a los niños activos durante la cuarentena Es clave que los padres y madres sean ejemplo

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El coronavirus nos ha detenido.Literalmente. El confinamiento que mantiene a las familias en sus hogares con el fin de combatir esta pandemia ha ocasionado que niños, adolescentes y jóvenes hayan reducido de manera drástica el tiempo que, en una situación normal, invertían en caminar, correr, disfrutar de cualquier deporte, jugar en el recreo del patio de su colegio, en su calle o en su parque. Una reclusión que afecta a 9.552.000 estudiantes; 8.217.000 alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato y 1.335.000 universitarios presenciales.

La situación anómala que vivimos actualmente ha cambiado de manera radical la forma cómo afrontábamos hasta ahora las recomendaciones para mejorar la salud de nuestros hijos y reducir así el porcentaje de población infantil y juvenil con sobrepeso u obesidad que nos sitúa en las primeras posiciones dentro de la Unión Europea. En estos momentos, los días enclaustrados en casa han reducido el tiempo que nuestros hijos dedicaban al ejercicio en detrimento de otras actividades más sedentarias que, según afirman diferentes expertos consultados, pueden tener un impacto importante para su salud.

José Antonio Martín Urrialde, profesor de Fisioterapia de la Universidad CEU San Pablo, manifiesta que “el periodo de confinamiento supone una importante reducción de la actividad física diaria, pues el movimiento es más reducido en términos de espacio. Esta reducción de actividad física conlleva efectos negativos sobre el aparato locomotor, pues aumenta el sedentarismo, un factor de riesgo para el sobrepeso, y una pérdida de capacidades aerobias del individuo, que se expresa en términos de fatiga o decaimiento”.

  • Infantil y Primaria, incluso primeros cursos de ESO. Realizar pequeñas actividades de, al menos, 30 minutos, 2-3 veces al día. Tienen que ser propuestas a modo de juego y que supongan algún desafío cognitivo o similar. Un ejemplo, aprender coreografías de los vídeos que circulan por la red con sus canciones favoritas. Bailar es perfecto para este momento porque implica un nivel de atención que va a permitir desconectar de noticias y de la situación actual, se puede hacer en familia, mejora el estado de ánimo y es divertido. A lo largo del día, otras pausas de 30 minutos pueden dedicarse a aprender ejercicios nuevos y divertidos como trucos de comba, juegos populares, circuitos de habilidades motrices, yoga para niños, ejercicios de Animal Flow para hacer en el salón que imitan pasos de animales y trabajan de una manera global fuerza muscular, coordinación, salud ósea y articular.
  • Para los adolescentes, se pueden hacer propuestas centradas en una mejora de la condición física; por ejemplo, a través de entrenamientos en circuito concurrente donde se alternan actividades aeróbicas en el sitio con actividades de fuerza muscular. Otra buena opción, de actividad ocasional, son los videojuegos con movimiento en familia, una oportunidad para empatizar con nuestros hijos adolescentes.